Yoga desde el punto de vista etimológico significa unión. Unión de la conciencia individual con la Conciencia Universal.
Imaginemos una botella llena de agua flotando en el océano. El agua en la botella representa a la persona, a la conciencia individual que se percibe diferente y separada del océano. Pero, cuando la botella se rompe, el agua se funde con el océano, con la Conciencia Pura, indiferenciada. No hay separación. No hay dualidad.
A veces atravesar un acontecimiento doloroso (un accidente, la pérdida de un ser querido, una enfermedad) nos permite atisbar esa unión. Rumi dice: “La herida es el lugar por donde entra la luz”. Pero afortunadamente hay maneras no dolorosas de percibirla.
Y uno de esos caminos es el yoga. No es el único. Pero aquí nos centraremos en el yoga como herramienta para superar la amnesia en que vivimos, para disolver el velo ilusorio que como la botella del ejemplo, hace que nos sintamos separados.
El Bhagavad-gita hace referencia a 4 caminos fundamentales para experimentar esa Unión. Dependiendo de nuestros intereses y cualidades elegiremos uno u otro.:
–El camino del Bhakti o devoción conectado con el corazón. Ofrecemos nuestro amor con absoluta fe a una Deidad, al Ser, al Universo, etc. Los rituales, la recitación de mantras, los rezos y los cánticos como el Kirtan son un ejemplo.
–El camino del Karma yoga o del servicio desinteresado. Una acción que no espera resultados ni nada a cambio. En él uno siente que recibe y se llena constantemente simplemente dando. Teresa de Calcuta o Gandhi son ejemplos de Karma Yoguis.
–El camino de la sabiduría, Jana Yoga. Usamos la parte más elevada de la mente: el intelecto y el discernimiento, como herramienta para indagar en nuestra naturaleza esencial.
–El camino del Raja yoga o de la meditación. Esta es la senda que conocemos mejor en Occidente e incluye la práctica de asanas (pero es sólo un aspecto como veremos a continuación).
Fue Patañjali quien en sus Yoga – Sutras (siglo II d.c) detalla los 8 pasos para llegar a la realización del Ser a través del Raja yoga.
Éstos son:
- Yamas: Son los códigos éticos básicos a tener en cuenta cuando nos relacionamos con el medio: no violencia, desapego, decir la verdad, no codiciar y no robar.
- Niyamas: Son los buenos hábitos a desarrollar en nosotros mismos: Limpieza del cuerpo, mente y discurso. Actitud de agradecimiento. Austeridad y disciplina en la práctica. Auto-observación e indagación. Rendición a lo divino.
- Asanas: Son las posturas físicas que realizamos, las cuales en combinación con la respiración, nos ayudan a purificar el cuerpo y la mente. Cada asana se realiza bajo el principio de stira-sukam es decir aporta comodidad y estabilidad. Solo cuando encontremos ese equilibrio de “no esfuerzo”, la mente al no resistirse se calmará aportando relajación y purificación de la misma.
- Pranayama: Son las técnicas de respiración que controlan la fuerza vital (el prana). Cuando el prana circula sin dificultad por los canales energéticos (nadis) se convierte en una herramienta poderosísima de purificación del cuerpo-mente.
- Pratyahara: Aislamiento sensorial de estímulos externos. La mente, que está más calmada gracias a la incorporación en nuestra rutina de los 4 pasos previos, ahora puede mirar hacia dentro. Progresivamente conseguimos desconectarnos de los estímulos exteriores. Somos capaces de observar nuestras reacciones y las de los demás sin identificarnos con ellas. Esta distancia es esencial para poder alcanzar el paso 6: Dharana.
- Dharana (concentración): Enfocamos la atención plenamente en un solo punto. Puede ser una asana, la respiración, un mantra, una deidad, etc. Hay que entender que la mente nunca va a parar de pensar, por tanto simplemente aceptando esta realidad, cada vez que nos demos cuenta de que nuestra atención se ha ido de nuestro objeto principal es suficiente con volverla hacia éste, sin identificarse con aquello que haya irrumpido.
- Dhyana: Cuando el estado de Dharana es mantenido sin esfuerzo en el tiempo, ocurre Dhyana, lo que conocemos como “meditación”. Cuando hay suficiente espacio entre pensamiento y pensamiento nos instalamos en un vacío mantenido en el tiempo donde se da una atmósfera de paz y calma.
- Samadhi: Es un estado de comunión en el cual se realiza el Ser, un colapso de la mente más allá de nuestra voluntad donde cuerpo, sentidos, mente e intelecto se rinden por sí solas y nos volvemos Uno con el Todo.
Por último quisiera añadir que hay personas que no han practicado asanas en su vida, ni han realizado meditación pero hacen yoga sin saberlo. Y también hay quienes practican yoga cada día pero su mente está llena de ruido y no hay congruencia entre lo que hacen, lo que sienten y lo que expresan.
En mi humilde opinión tener una actitud amable, presente y consciente con el entorno y con uno mismo es una vía directa para alcanzar un estado relativamente estable de paz interior.
¿Y tú que piensas? ¿Qué es yoga para ti?
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