Cuando se practica Yoga Nidra se entra en un estado ampliado de conciencia –un lugar de vulnerabilidad y sugestión–. Por ello debemos tener ciertos cuidados a la hora de guiar una sesión, haciendo lo posible para evitar detonar situaciones traumáticas.
1. Por encima de todo, mantén las cosas simples y fáciles de entender. Menos es más. No es una performance 😉 . No intentes sorprender o lucirte.
2. Utiliza un lenguaje invitacional y un tono de voz suave y tranquilo. No utilices el imperativo (tan propio del estilo Satyananda). Di: “Te invito a que cierres los ojos”, en lugar de “Cierra los ojos».
3. Enfatiza opciones para elegir, pero sin dar demasiado trabajo mental que le impida a la persona descansar. Ejemplo: “Te invito a centrarte en observar la respiración en la zona de tus fosas nasales o quizás prefieras sentir el aire subiendo y bajando por tu columna vertebral cuando inhalas y exhalas”. No des cinco opciones distintas sobre cómo observar la respiración ya que puede resultar estresante.
4. Empieza desde un lugar lo más seguro posible, fomentando el desarrollo de recursos internos y espacios de confort. Ejemplo: “Es posible que sientas en alguna zona de tu cuerpo una sensación de calidez y bienestar, en ese caso te invito a que lleves tu atención a esa parte y dejes que te envuelva esa sensación”.
5. Explica que tú estás con los ojos abiertos y cuidando el espacio para que las personas puedan sentirse cuidadas y seguras. Transmite confianza.
6. Intenta dar a tus alumn@s una idea general de la clase, para que puedan dar su consentimiento a la práctica de forma informada. Ejemplo: “La práctica durará unos 30 minutos aproximadamente, pero si no estás cómod@ puedes levantarte cuando lo desees y retirarte silenciosamente. También puedes cambiar de posición cuando lo desees. No es necesario que permanezcas inmóvil. Ajusta tu postura las veces que lo creas conveniente buscando tu confort”.
7. Cualquier imagen que elijamos puede resultar incómoda para alguien. Haz opcionales y cortas tus propuestas relacionadas con imágenes, omítelas si tienes dudas o comprueba con los alumnos de antemano cómo se sienten con respecto a ellas. Recuerda que Nidra no es sinónimo de visualización; puede incluirla, pero no es necesaria. Ejemplo: “En un momento realizaremos una pequeña visualización relacionada con la playa y el mar. ¿Estáis de acuerdo?”.
8. Después de la sesión comprueba que todas las personas hayan vuelto al estado de conciencia de vigilia. Tómate tu tiempo. Habla con ell@s un ratito. Haz una broma. Pídeles que te ayuden a guardar el material o lo que se te ocurra para que transcurran unos minutos antes de que salgan a la calle para darles tiempo a volver a un estado de vigilia.
Si quieres profundizar en la experiencia del Yoga Nidra, este taller puede interesarte.
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