El sankalpa es un elemento clave en albgunas escuelas de Yoga Nidra. Es una resolución, propósito u objetivo que repetimos tres veces al principio y al final de la práctica. Se trata de una frase corta, formulada en tiempo presente y en sentido positivo que contiene aquello que deseamos despertar, potenciar, abandonar o transformar en nuestra vida. Además de repetir la frase es importante sentirla y visualizarse en la situación expresada en el sankalpa.
Durante la práctica de Yoga Nidra y habiendo alcanzado un estado de relajación profunda, el sankalpa es una orden de la mente consciente a la mente inconsciente. Es una semilla que sembramos en las capas más profundas de nuestra mente.
Hasta ahí, todo muy claro, no? Pero la pregunta que surge es ¿cómo elegir el sankalpa apropiado?
Podemos ver el sankalpa desde diferentes perspectivas. Imaginemos que la vida es como un río a cruzar y que metafóricamente hablando alcanzar la otra orilla sería conseguir cumplir nuestra misión en la vida. Pero tener claro para qué estamos en esta vida no es tarea fácil. Buscamos y buscamos pero no sabemos la misión a la que estamos llamados y que sólo cada uno puede realizar. Es decir no podemos pasar a la otra orilla directamente, es un río ancho y caudaloso. Hay que ir paso a paso, buscando mojones, piedras donde afirmarnos para ir cruzándolo de manera segura y llegar al objetivo.
Y aquí llega en nuestra ayuda el sankalpa. El primer paso o un primer nivel de sankalpa consiste en reconocer dónde estamos ahora en qué mojón o piedra del río y pensar qué cambio podemos intentar hacer para dar un paso. Sólo un paso. Éste generalmente consiste en reconocer, reducir y eliminar alguna cualidad negativa que sabemos que nos está frenando, como por ejemplo un mal hábito que actúa como barrera para un cambio más sustancial. Para muchas personas es un buen punto de partida. Por ejemplo: respiro aire puro en cada momento del día (si quiero dejar de fumar) o como saludablemente (si quiero cambiar hábitos alimenticios nocivos para mi salud) o yo me cuido cada día. El sankalpa irá echando raíces en nuestra mente inconsciente y nos guiará como un faro ayudándonos en el día a día a superar dicha cualidad negativa.
Superado ese escollo ya estamos en la próxima etapa del sankalpa, que consiste en ir reformulando aspectos de cómo nos relacionamos con nuestra familia, amigos, trabajo y la sociedad en general. Son cambios centrados en mejorar nuestra calidad de vida. Aquí también paso a paso vamos avanzando. Vamos adecuando el sankalpa a cada cambio. Nos centramos de uno en uno. Por ejemplo: estoy en paz y armonía con mi familia, escucho y soy escuchada por mis amigos, me abro a la dicha de vivir y sentir empatía por todos los seres de la tierra, disfruto de amar y ser amada, soy un canal abierto de energía creativa, tengo un trabajo que disfruto y está bien remunerado, agradezco a mis relaciones del pasado las enseñanzas recibidas y genero, cada día, relaciones saludables que me aportan armonía, soy capaz de comunicarme tal y como soy en cada momento de mi vida, cada día disfruto de un cuerpo sano y relajado.
Luego en otra etapa del cruce del río y mirando ya más profundo en nuestro interior seguramente iremos conectando con alguna cualidad latente, con un potencial que está oculto. Lo que dificulta la expresión de ese potencial son patrones firmemente arraigados en nuestra mente –samskaras en lenguaje yóguico- producto de nuestra genética, las experiencias de nuestros primeros años de vida, los acontecimientos más significativos que nos van ocurriendo, el inconsciente colectivo y otros factores. Todo ello vela ese potencial. Cuando el sankalpa está funcionando a este nivel, nos damos cuenta que aspectos que damos por sentado como parte de lo que somos, que no tienen base real. Entonces se produce un cambio de actitud notable en el que todo se ve de manera bastante diferente. Cuando esto sucede el sankalpa adquiere más poder porque está dentro de la naturaleza de las fuerzas internas de la conciencia, el intentar expresarse. Opera a partir de aquí un cambio real dentro de nuestra personalidad más alineado con el potencial contenido en nuestra esencia. La esencia se va desplegando. A partir de este punto estamos en otro mojón del río. La visión se vuelve más aguda y el propósito, nuestra misión en la vida empieza a aparecer más claramente. Aquí se realiza la dimensión espiritual de sankalpa. Para reconocer esta dimensión más profunda del sankalpa, quizás tengamos que pasar por varias etapas, cada paso al alcance de la anterior. Paso a paso. Momento a momento. Por ejemplo: Yo confío en las infinitas posibilidades que el Universo me ofrece a cada instante de mi vida, disfruto del momento presente y mi cuerpo, mente y corazón están alineados, vivo en sintonía y armonía con los acontecimientos del momento presente, pongo mis dones al servicio de las personas que me rodean…
Es decir, observamos que en la formulación del sankalpa hay una progresión, una transición de un peldaño a otro hasta que la verdadera naturaleza se realiza y la imagen más grande se va volviendo más clara.
Podemos estar en cualquier punto del camino. Lo importante es tomarnos un tiempo para descubrir en qué nivel estamos y qué es importante para nosotros ahora. Ya sea un cambio de hábito o de rasgos de nuestra personalidad, es importante que el cambio deseado esté en sintonía con nuestra esencia, que venga desde dentro, que no sea producto de una ilusión o un deseo casual.
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Me ha encantado descubrir que es el el Sankalpa, saber que a través de su práctica pueda lograr estabilizar mis emociones, cambiar hábitos, seguir sacando de mi lo que llevo dentro que no termino de ver claro que emerja para llevar mi vida en paz, tranquilidad, estabilidad, aflorando potencialidades que estoy segura que tengo que me permitiran vivir en ese estado deseado.
Gracias Myriam ❤️